85 de 365 La moto

28 de agosto, estamos a punto de terminar el mes mas festivo y juerguista del año, hoy comparo con vosotros esta imagen, una imagen relacionada con los veranos, aunque quien de verdad siente la 
pasión de estos artilugios no la deja en todo el año.
La imagen me llamo la atención por su color  y su identificación, debe ser de un tipo duro, jajajaja, alguien soltero, una persona que esta en esta vida para disfrutarla, para vivirla intensamente, eso es lo que me transmite la imagen a mi, enfrente tenia una inmensa bahía, desde donde estaba aparcada se escuchaba el rumos de las olas, las gaviotas la sobrevolaban, estoy seguro que si las motos tuvieran sentimientos esta señora se encontraría feliz, a tenido suerte, su amo o mejor su compañero sabe como hacerla feliz.
Bueno espero os guste y ya sabéis;
Mañana mas.                                                                 

¡Exhalación que lanzas contra el viento

mi cuerpo enardecido por tu aliento!

¡Vértigo de metal, raudo fantoche

que al sublime corcel has suplantado!

Más humilde que el coche,

con dos ruedas no más te has contentado;

pero te sobra una

para rodar cual rueda de fortuna.

Bruto de acero que el cerebro humano,

en el vaso del sueño,

pergeño como nuevo clavileño

para alcanzar el horizonte arcano

Dejate acelerar bajo mi pulso,

y transmitir tu impulso

a las llantas inquietas

que el ingeniero brinda a los poetas!

Trémulo benjamín de los motores

que vas entre mis piernas encendido,

y despliegas tu fuerza y me sostienes

por los llanos, los montes, los alcores;

tu familiar zumbido

mezclas al crudo viento que en mis sienes

ululando resuena,

y en el olor del campo me enajena.

Duro el caballo y blanco el caballero,

se siente que va unida

la carne humana al inhumano acero;

y el hierro cobra vida,

dócil al movimiento del regazo

del jinete vivaz que lo conduce,

ojo avizor al cruce,

a la mortal arena, al patinazo.

Maquina prodigiosa: tú desprecias

del burgués el reproche;

tu a la intemperie afrontas peripecias;

tu ríes del poltrón que viaja en coche.

Y aunque seas ludibrio

del sentido común, no has de quejarte,

que eres hija del arte,

y rodando demuestras tu equilibrio.

                                          Leopoldo Eulogio Palacios

“Bruto de acero que el cerebro humano,

en el vaso del sueño,

pergeñó como nuevo Clavileño

 para alcanzar el horizonte arcano:

Déjate acelerar bajo mi pulso,

y transmitir tu impulso 

a las llantas inquietas

 que el ingeniero brinda a los poetas”.