Nada como descubrir en las ferias o lugares turísticos,
unos caballitos, tiovivos o carruseles, para volver a la niñez.
Este me lo encontré en un paseo por la explanada de Alicante,
estaba todo lleno de gente, serian sobre las 12 de la noche y era como volver a
la infancia, lastima que mis compañeros de salida, no quisieran acompañarme a subir un
par de viajes, es una asignatura pendiente que tengo que realizar, pero
nunca voy con las personas adecuadas para poder hacerlo, si en este caso mi
acompañante fuera Pe, Vicen Cano, Enrique Gallego, Jesús quizás, tal vez Carmen la señora, y poca gente acaso algún que otro
amigo mas, gente sin complejos con la que se pueda contar, jajajaja.
La sensación que me llevo cuando los veo son de libertad,
subiendo y bajando simulando el galope de los de verdad, bueno esta vez se me
paso la aventura, espero encontrármelos de nuevo y espero sobre todo ir con muy
buena compañía, que le guste ser, estar y hacer feliz sobre todas las cosas,
sin importarle nada mas.
Mañana mas.
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
Antonio Machado
No hay comentarios:
Publicar un comentario