99 de 365, El grupo musical

Hoy esta dedicada la entrada a este dúo, no se si aun tienen nombre, yo los llamo el grupo "José Marcé" y lo componen Marcelino y José Luis, y ya esta, para que inventar algún nombre artístico, si luego suelen resultar todos un poco absurdos, así que los dejo con este nombre por lo menos hasta que me entere de si tienen nombre o aún está por estudiar, 

esta foto se hizo el día 9 de agosto de este año, cumplía los años Marce y su hermana Dolores, el mismo día y tuvo la gentileza de invitarnos a un cumple-concierto,  de pensarlo antes de acudir te hace sentir con un poco de notoriedad, madre mía me han invitado a un cumple-concierto, eso debe ser lo más de lo más, y efectivamente así sucedió, fue lo mas de lo más, cuando llegue estaban terminando de cenar, y empezó a llegar más gente preparada  para disfrutar, llegó Marisol, su hermana Maricarmen y su cuñado Julio, Carmenchu, la Lucy y Juan Carlos, y algún conocido que había allí más, y nos dispusimos a contemplar y sobre todo a escuchar el sonido de una noche especial, cantaron hasta hartarse y nos dejaron participar, como lo digo fue tan especial que para el año que viene ya nos hemos apuntado, para que no se les olvide invitar,  solo dar las gracias a Marce que fue quien tuvo la idea genial, y como os he dicho, si tenéis oportunidad el año que viene hay que colaborar.

Letra de una de las canciones que nos ofrecieron.

Sin tu latido 

Hay algunos que dicen

que todos los caminos conducen a Roma

y es veda por que el mío

me lleva cada noche al hueco que te nombra

y le hablo y le suelto

una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;

luego apago tus ojos

y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay amor mío,

qué terriblemente absurdo

es estar vivo

sin el lama de tu cuerpo, 

sin tu latido.

que el final de esta historia,

enésima autobiografía de un fracaso,

no te sirva de ejemplo,

hay quien afirma que el amor es un milagro

que no hay mal que no cure

pero tampoco bien que le dure cien años;

eso casi lo salva,

lo malo son las noches que mojan en mi mano.

Aunque todo ya es nada,

no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro

por saber d tu vida

no creo que vulnere ningún mandamiento;

tan terrible es el odio

que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,

pero no me hagas caso

lo que pasa es que este mundo no lo entiendo.

Luis Eduardo Aute