viernes, 5 de septiembre de 2014

93 de 365 Queca

No se si hago bien o hago mal, pero seguro que mi Tobias se me va a enfadar, hoy la imagen es de un perro hembra, con mucha suerte, era una perra a la que una separación de humanos hacia que su próximo destino fuera ser abandonada o llevada a alguna institución de recogida de animales domésticos en un pueblo cercano al nuestro, siempre hay gente para todo, al igual que este animal tuvo la desdicha de caer en manos de delincuentes y no comunes, delincuentes propios, por no llamarles de otro modo, no seamos nosotros mas crueles que ellos, según me cuenta mi vecina, Queca estaba al cuidado y compartía su vida con una cría  de pocos años, la adoraba y cuidaba como si fuese su cachorro, se entregaba a sus abrazos sin control, sus tirones de pelo, pero ella Queca solo le demostraba amor a la chica, para Queca era su cachorro, en fin, llego a oídos de Lucy, mi vecina amante y defensora tanto de animales, como personas que sienten la necesidad de protección, es una gran madre que recoge entre sus brazos todo ser vivo que necesite protección y es entonces cuando esta hermosa perra tuvo esa gran suerte que comente al principio.
Aun no se ha recuperado del todo de su época anterior, no lo digo por la herida, esta ha sido causada de manera accidental y no por culpa humana, lo digo porque aun en su cara, hermosa cara de perro, se ven algunos reflejos de toda la pena y angustia que este animal tuvo que pasar. 
Bueno os dejo con la imagen y como siempre mañana mas.





















Poema de un perro

Yo soy el que te espera,
tu coche tiene un sonido especial
y puedo reconocerlo entre mil,
tus pasos tienen un timbre mágico, 
son música para mi,
tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz
 y a veces, no es necesario mencionar,
 oigo tu tristeza,
si veo tu alegría, me hace feliz.
No se lo que es olor bueno o malo,
solo se que tu aroma es el mejor,
de algunas presencias a veces me gusta, 
otras no tanto,
pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos,
tu despierto, me despierta,
tu durmiendo eres mi Dios, 
reposando en casa y yo cuido tu sueño,
tu mirada es un rayo de luz,
cuando me doy cuenta de tu despertar,
sus manos sobre mi tienen la ligereza de la paz,
y cuando tu sales, todo esta vació otra vez.
Y vuelvo a esperarte siempre,
por el sonido de tu coche,
por tus pasos,
por tu voz,
por tu estado siempre inconstante del humor,
por tu olor,
por tu reposo bajo mi vigilia,
por tus ojos,
por tus manos, 
y soy feliz así.
Yo soy el pero que te espera
...¡soy tu perro!!!.

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