Jajajaj, vaya titulo a esta nueva entrada, soy una hormiga, en todo caso un hormigón de culo, cabeza y barriga gorda, jejeje,
el caso es que desde hace unas salidas de senderismo me llamaba mucho la atención esta especie de flor que esta formada por remolinos, recuerdo cuando estábamos en le fresco y el viento seco nos traía algo parecido acompañado con una especie de semilla que era lo que nosotros le decíamos "remolino, remolino, vete al campo y traeme un pepino", tras esta frase le dábamos un fuerte soplido y el remolino salia arreando a toda pastilla, con los años te explican los libros o algun mayor que se trata de una forma de esparcir semilla que tienen algunas plantas, el caso es que para hacer la foto y se viese bien me tuve que echar en el suelo y por eso parece que sea una hormiga la que esta viendo o fotografiando la instantanea, una locura mía, lo de soy una hormiga, nada mas.
Bueno espero os guste la imagen y ya sabéis:
Mañana mas.
Había una vez una hormiguita que como toda buena hormiga,
era trabajadora y servicial. Se pasaba el día entero cargando hojitas y
semillas. Casi no tenía tiempo para descansar. Su vida era un continuo trabajar
y trabajar.
Un día, fue a buscar comida a la orilla de una charca algo
alejada de su casa. Para su sorpresa, al llegar junto al agua vio como un botón
de lirio se abría y de él surgía una hermosa y delicada florecilla. La
hormiguita se acercó hasta la flor y le dijo: ¡Hola! Eres muy bonito. ¿Qué eres?
La florecilla le contestó: - Soy un lirio. Gracias, ¿sabes
que eres muy simpático? ¿Qué eres?
- Soy una hormiga. Gracias también.
Y así la hormiguita y el lirio pasaron ese día conversando
haciéndose grandes amigos. Al anochecer, la hormiga corrió de regreso a casa,
no sin antes prometer a la flor que volvería al día siguiente. Mientras
caminaba hacia su casa, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo amigo y
que le quería muchísimo. Así, se dijo: "mañana le diré que me gusta su
forma de ser". El lirio al quedarse solo pensó igual. "Me gusta la
amistad de la hormiga, mañana cuando venga se lo diré".
Al día siguiente la hormiguita se dio cuenta de que no había
trabajado nada el día anterior así que decidió quedarse a trabajar.
"Mañana iré con el lirio; hoy no puedo, estoy demasiado ocupado, mañana
iré y le diré que lo extraño". Al día siguiente amaneció lloviendo y la hormiga
no pudo salir de su casa. "¡Que mala suerte! hoy tampoco veré al lirio.
Pero no importa porque mañana le diré lo especial que es para mí".
Al tercer día la hormiguita se despertó muy temprano y fue
veloz hasta el estanque. Pero al llegar, encontró al lirio en el suelo, ya sin
vida. La lluvia y el viento habían destrozado su tallo. Entonces la hormiga
pensó: "Qué tonta fui, desperdicié demasiado tiempo. Mi amigo se fue sin
saber cuanto lo apreciaba, en verdad me arrepiento".
Fuente: El blog de CARLOS ANDREU
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