Hoy estoy rematadamente ilusionado, uno de los proyectos de los cuales estoy participando va viento en popa y a toda vela, ya hemos realizado la segunda marcha del club de senderismo que estamos formando, quizás cuando salga esta entrada ya este formado totalmente, ahora cuando estoy escribiendo esto es solo un proyecto, muy avanzado por parte de Julio, pero por lo pronto solo es eso un proyecto, la segunda ruta discurrió por el Cerro la Mira (punto geodésico) y La Marañosa, es una ruta circular de algo mas de 9 km. con algunas pequeñas subidas y bajadas un poco dificultosas, bueno para los viejunos como yo claro.
Es un itinerario muy interesante, acompañados por pinos de repoblación constantemente o sea una ruta verde, creada por humanos pero verde, lastima que aun haya muchos desaprensivos que aun utilizan el campo como su basurero particular, es penoso encontrarte en pleno camino un zapato de tacón, esa es al imagen que hoy subo, algo inaudito, si hubiese sido una abarca o un zapato de trabajo aun tenia explicación, pero un zapatito de fiesta, no se, a mi me recordó el cuanto de La Cenicienta, jajajaja, por eso hoy le dedico esta entrada, espero os guste;
Mañana mas.
La
Cenicienta (versión apócrifa)
Con un
poco de pimienta
Y algunas
otras especias,
Un potaje
de lentejas,
Preparaba
Cenicienta.
Pero se le
olvidó la sal.
Sus
hermanastras malvadas
La
insultaron indignadas
Y la
trataron muy mal.
Lo que
primero le hicieron
Fue
castigar de inmediato
Haciéndole
fregar los platos
E ir al
baile le prohibieron.
Y las dos,
las muy cobardes,
Fueron a
dormir la siesta
Pues
comenzaba la fiesta
A las
siete de la tarde.
Cenicienta
en su cuartucho
Lloraba
desconsolada,
Pues
estaba ilusionada
Y el baile
anhelaba mucho.
Cuando en
un gran fogonazo
Apareció
una hadita
Que con
mágica varita
Le golpeó
en el brazo.
Y tras un
vértigo fatal
Vestida se
vio elegante,
Al cuello
con un brillante
Y zapatos
de cristal.
Y una
calabaza vio
Conducida
por ratones
Que el
hadita con sus dones
En carroza
transformó.
Y allá se
fue tan contenta
Al baile
del regio palacio
Cuyo
principie era un lacio
Y la
música muy lenta.
Pero
cuando vio al portero
A tal
bella abrir la puerta,
El
príncipe pidió a la orquesta
Paquito el
chocolatero.
|
Y bailando
a troche y moche
El
príncipe y Cenicienta
Disfrutaron
de la fiesta
Danzando
toda la noche.
Mas
medianoche se hizo
Y
Cenicienta alarmada
Corrió
rauda y asustada
Pues se
rompía el hechizo.
Y en
carrera desigual
Atrás dejó
olvidado
Sin serlo
premeditado,
Un zapato
de cristal.
Y después
de aquel suceso
El
príncipe de aquel Estado,
Al haberse
enamorado,
Cayó en
profundo embeleso.
No había
otra solución
Que hallar
a la propietaria,
Un poquito
estrafalaria,
Del zapato
y su tacón.
Y soldados
del palacio
Tierra y
cielo removieron,
Mas
encontrar no pudieron
A quien
sirviese el zapato.
Y en el
piso abuhardillado
Donde
Cenicienta estaba
Sus
hermanastras malvadas
Se
probaron el calzado.
Ni les
entró a la de tres
Pues eran
gordas y feas,
Y aunque
no te lo creas,
Se le
transmite a los pies.
Pero al
llegar Cenicienta
Y el
zapatito encajó,
El asombro
fue mayor
Al ser
ella una sirvienta.
Asando
están las perdices
Y el
cuento conocéis,
Por lo
tanto ya sabéis
Quienes
van a ser felices.
|
José M. Ramos.
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