lunes, 5 de enero de 2015

215 de 365 La nocilla

Estamos en una noche mágica, noche de reyes magos, y me envían esta foto por wassap, y me digo, que recuerdos, cuando aun podíamos comer de todo y los bocadillos con nocilla eran lo mas y mejor, ahora, en este instante, esta imagen me recuerda a la infancia, por eso la subida de hoy, por ser la víspera de reyes y querer volver a recordar las noches en la que esperábamos la llegada de estos seres, que es una lastima que al final descubramos la verdad y toda la ilusión desaparece en un tristras,  bueno espero os guste y deseando os traigan muchismas cosas esta noche ya sabeis:
Mañana mas.




                  ODA A LA NOCILLA BLANCA

Cuando yo era niño hace unos lustros ya existía la Nocilla (leche, cacao, avellanas y azúcar), una deliciosa crema de cacao para untar en el pan. Nuestras mamas, siempre preocupadas por nuestra salud, sólo nos la permitían en ocasiones especiales, era el bocadillo de lujo. Recuerdo las ganas que tenía de que llegara la hora del patio el día que tenía el bocadillo de Nocilla, mmmm. 
Fue por aquella época cuando apareció la gran novedad, la "Nocilla con más leche", que no era una estafa como los detergentes "ultra", "plus", "mega" y tal, que funcionan igual porque sólo les ponen polvillos de un color diferente. No, era una maravillosa variante de color blanco y un sabor que me volvía loco. 
Pero, ay!, tení­a un grave inconveniente. La Nocilla blanca sólo se podí­a adquirir en un bote junto a la negra, mitad y mitad. Era un completo drama (como sufrí­a yo, Dios mí­o) intentar untar una rebanada de pan sólo con Nocilla blanca. Por más que me esforzaba siempre acababa el cuchillo tocando ni que fuera una punta de la Nocilla negra, y el sabor mezclado no era lo mismo, no señor! Como mucho y con arduos esfuerzos conseguñ­a una miserable rebanada de Nocilla blanca, que disfrutaba como un poseso, pero que me dejaba con ganas de más. Mi mamá, siempre preocupada por la economí­a familiar, se negaba a comprarme un bote para una sola rebanada, así­ que no tení­a más remedio que disfrutar una rebanada, medio disfrutar las siguientes con sabor mezclado y finalmente comer al final con solo negra, que era también deliciosa, ojo, pero no era lo mismo, ni comparación! 
Los años pasaron y uno fue descubriendo otros placeres culinarios, así­ que la Nocilla pasó a ser un bonito recuerdo más de mi feliz infancia. Pero hete aquí­ que la vida, cuando menos te lo esperas, te sorprende muy gratamente. Hará un par de años (o quizá más, el tiempo pasa volando) andaba yo perdido por un supermercado (por qué nunca encuentro nada en los supermercados) y mis ojos se posaron en el estante de las Nocillas... sonreñ­ unas décimas de segundo pensando en mis años infantiles pero pronto descubrí­ algo que me cambió la cara e hizo acercarme intrigado. Junto a la Nocilla con etiqueta azul (blanca/negra) y la Nocilla con etiqueta roja (negra), habí­a otra de color azul claro. Qué será? Cogí­ uno de los botes y lo fui girando lentamente, mis lentillas temblaban de la emoción... no era posible, un sueño hecho realidad, un bote con Nocilla blanca y sólo blanca!!! 
No hace falta decir que me compré un bote, y muchos más después de ese. 
Aaaah, que delicia, meter el cuchillo hasta el fondo sin temer la maldita mezcla. 
Aaaah, que cacho rebanadas de pan Bimbo con Nocilla blanca me hago a veces, qué éxtasis, Dios 
mío!!!
                                                                                                                               Pau

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