miércoles, 15 de julio de 2015

Santa María Magdalena - Novena, Tercer día

María Magdalena tuvo un privilegio único e imponderable: fue la evangelizadora de los apóstoles.
Ella, por mandato de Jesús, fue la encargada de anunciarles la buena nueva de su resurrección. En este sentido nos recuerda el apóstol San Juan Los dos fueron objeto de la predilección de Jesús. Los dos lo amaron con ardiente corazón. Los dos estuvieron, en amorosa compañía, al pie de la cruz.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
 ¡Dios mío, uno y trino! Yo te adoro, creo en Ti, espero en Ti y te amo, te alabo y te ensalzo, ahora y para sobre todas las cosas, por Ti mismo, siempre te deseo ver, te obedezco, te amo, te doy infinitas gracias y me duelo por todo lo que me puede doler haberte ofendido, solamente por ser Tú quien eres. 
Me gozo de tus infinitos bienes y de tu infinita gloria; deseo ardientemente te adoren, te amen y te glorifiquen, y te ofrezco entre estas oraciones unidas con el amor humano Verbo, para con Santa María Magdalena, a tu mayor gloria y para honra del mismo humano Verbo y de su Santísima Madre y de la misma Santa María Magdalena. 
¡Dulcísimo Verbo humano! Te doy humildes y afectuosas gracias porque con tu divina luz ilustraste la mente de la Magdalena, y le heriste el corazón con tanto amor, que como sierva herida corrió a la fuente de su misericordia, a tus divinos pies, en donde con lágrimas y afectos intensísimos de dolor y de amor, lavó las manchas de su alma y alcanzó la perfecta remisión de sus culpas, y tan sobreabundantes gracias, que de pecadora se convirtió luego en una gran santa; te suplico por sus méritos me concedas a mí una íntima y perfecta contrición de mis pecados y el cumplido perdón de ellos y gracia abundante para que te sirva y ame en lo venidero, con inocencia de vida y fervor de caridad; por Ti mismo que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Aquí se pide la gracia que desea y después se rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María.








Amorosa Magdalena que pasando los límites de tu amor humano, amaste al Divino Maestro que merecía tu gran caridad y que siendo Cristo quién dijo que eras tú que si mucho habías pecado, mucho más habías amado. el mismo Señor que te enseñó a amar, el mismo Jesús que amó tu firmeza, te ruego me enciendas en el fuego del divino amor ayudándome a aborrecer todo lo que le disgusta al Señor.
Atrae a mi corazón un gran agradecimiento a sus beneficios. No olvides Santa Gloriosa a quienes están fuera de la religión cristiana y en particular a los que te ruegan y se valen de tu patrocinio dando a todos el conocimiento y valor de la gracia y de la miseria del pecado mortal del que espero me librará de tu intercesión. Amén.
Dulcísimo Verbo humanado, que te dignaste ennoblecer la casa de Santa María Magdalena con hospedarte en ella y admitirla a tus pies, para alimentarla con tus divinas palabras, concédeme, te ruego, por sus merecimientos que limpie mi corazón de todos los vicios y afectos terrenos, para que te dignes habitar en él y alimentarlo para la vida eterna, con tus divinas inspiraciones, por ti mismo Dios, salvador mío, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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