domingo, 19 de julio de 2015

Santa María Magdalena - Novena, Septimo día

Patrona de los conversos pecadores arrepentidos; mujeres; quienes llevan una vida contemplativa; peluqueros; farmacéuticos; personas ridiculizadas por su piedad; perfumaros y fabricantes de perfumes; fabricantes de guantes. 
Se le invoca en las tentaciones (en especial las que atentan contra la virtud de la pureza). 
María Magdalena, te pido me ayudes a reconocer a Cristo en mi vida evitando las ocasiones de pecado. Ayúdame a lograr una verdadera conversión de corazón para que pueda demostrar con obras, mi amor a Dios. Amén

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS 
¡Dios mío, uno y trino! Yo te adoro, creo en Ti, espero en Ti y te amo, te alabo y te ensalzo, ahora y para sobre todas las cosas, por Ti mismo, siempre te deseo ver, te obedezco, te amo, te doy infinitas gracias y me duelo por todo lo que me puede doler haberte ofendido, solamente por ser Tú quien eres. 
Me gozo de tus infinitos bienes y de tu infinita gloria; deseo ardientemente te adoren, te amen y te glorifiquen, y te ofrezco entre estas oraciones unidas con el amor humano Verbo, para con Santa María Magdalena, a tu mayor gloria y para honra del mismo humano Verbo y de su Santísima Madre y de la misma Santa María Magdalena. 
¡Dulcísimo Verbo humano! Te doy humildes y afectuosas gracias porque con tu divina luz ilustraste la mente de la Magdalena, y le heriste el corazón con tanto amor, que como sierva herida corrió a la fuente de su misericordia, a tus divinos pies, en donde con lágrimas y afectos intensísimos de dolor y de amor, lavó las manchas de su alma y alcanzó la perfecta remisión de sus culpas, y tan sobreabundantes gracias, que de pecadora se convirtió luego en una gran santa; te suplico por sus méritos me concedas a mí una íntima y perfecta contrición de mis pecados y el cumplido perdón de ellos y gracia abundante para que te sirva y ame en lo venidero, con inocencia de vida y fervor de caridad; por Ti mismo que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén 
Aquí se pide la gracia que desea y después se rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María.
















Oh Gloriosa Magdalena que elegiste desde los pies de tu Maestro Soberano la mejor parte que fue la contemplación de los  secretos arcanos de Dios y esto agradó al Señor lo perfecto de tu corazón. Tal es así que un devoto sacerdote deseoso de su salvación fue a morir cerca de tu casa y Tú misma dijiste:"Te acuerdas de haber leído en el Evangelio como una mujer pecadora lavó con sus lágrimas los pies de Jesús Salvador del Mundo y los limpió con sus cabellos y mereció alcanzar el perdón de sus pecados. dijo el sacerdote, bien me acuerdo y dijiste yo soy la pecadora que ya hace treinta años me aparté para alejarme de toda conversación humana.
Por estos altísimos privilegios te ruego me concedas el Don de la Oración y los frutos de ella y especialmente de la inmensa bondad de Dios y de mi bajeza y malicia para que ejercitando en vida sus alabanzas lo goze para siempre en su Reino. Amén.
Dulcísimo Verbo humanado, que el mismo día de tu gloriosa resurrección después de tu santísima Madre, visitaste la primera a esta tu amada discípula, consolándola y regalándola con tu vista y presencia y con dejarte abrazar y besar a tus pies, te ruego por tus méritos, visiten mi alma y con la dulzura de tu celestial presencia la enciendas en su amor, para que aborreciendo las cosas terrenas busques y ame a ti solo, Dios mío por ti mismo que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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