Magdalena feliz,
creciste en Santidad pues amaste tanto a Jesús que te refugiaste en la soledad
dejándolo todo, logrando tus
virtudes y sabiendo de
tu Majestad el dichoso día de tu gloriosa muerte y elevada por los ángeles
recibiste de mano de san
Máximo el Santísimo
Sacramento y llena de inmensa alegría diste el alma santa a quién la colocó en
tu penitente cuerpo
para gozar del Reino
Celestial. Por este Sumo gozo te pido Santa Gloriosa no olvides mis humildes
ruegos para que con el
Señor me libres de mis
fragilidades y me enseñes a dejar las vanidades del mundo y me retire al
conocimiento solo del Señor.
Consígueme Protectora
mía, la gracia y debida disposición para recibir el Sacratísimo Cuerpo de
Nuestro Señor Sacramentado
supliendo con tus
merecimientos mi gran tibieza y concédeme no morir sin recibir El Sacratísimo
cuerpo de nuestro Señor.
Amén.
Dulcísimo
Verbo humanado, que de la vida apostólica llamaste a esta tu querida esposa a
la soledad para hablar al corazón y regarla con continuas visitas celestiales,
llámame, te ruego Salvador mío, por sus merecimientos a la soledad interior, en
donde los bullicios de pensamientos y afectos terrenos, viva solo en ti mismo
que vives y reinas por los siglos de los siglos, Amén.
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