Cumpleaños de mi querida sobrina favorita Roció, hoy cumple ya 30 añitos, jajajaja, y parece que tiene 17 o 18, eso es saber cuidarse, esta echa una gran deportista y así le va a ella, la madrileña con el mejor tipazo de todo el reino, jajajaja, felicidades hermosura.
Hoy cuando estoy subiendo esta entrada hace un día verdaderamente desapacible, las temperaturas han bajado y hace el primer fresco del otoño, no llueve pero si cae una niebla mojante, de las que soportábamos cuando aun poníamos los ajos a mano, estábamos todo el día chorreando, pero como no caía fuerte allí aguantábamos, alguien siempre decía esta frase que recuerdo que era: lluvia mojante que cala a los ignorantes, jajajaja, las veces que la he escuchado y dicho en mis juventudes.
Hoy cuando estoy subiendo esta entrada hace un día verdaderamente desapacible, las temperaturas han bajado y hace el primer fresco del otoño, no llueve pero si cae una niebla mojante, de las que soportábamos cuando aun poníamos los ajos a mano, estábamos todo el día chorreando, pero como no caía fuerte allí aguantábamos, alguien siempre decía esta frase que recuerdo que era: lluvia mojante que cala a los ignorantes, jajajaja, las veces que la he escuchado y dicho en mis juventudes.
Hoy la imagen es de unas granadas, hermosas y sabrosas granadas,
cuando escribo estas letras es en
Octubre y están en pleno apogeo, este año el árbol de Mary ha tenido pocas por
lo que son realmente grandes, os dejo con una frase que encontré en la red y
que proviene de la religión islámica, en el cual se dice que uno de los dichos
del Profeta indica que” Quien coma más de tres granadas en el curso de un año, será
preservado de las enfermedades oculares por ese año”. Espero os guste la imagen
y ya sabéis:
Mañana más.
¡Qué hermosa esta granada, Platero!. Me la ha mandado
Aguedilla, escogida de lo mejor de su arroyo de las Monjas. Ninguna fruta me
hace pensar, como ésta, en la frescura del agua que la nutre. Estalla de salud
fresca y fuerte. ¿Vamos a comérnosla?.
¡Platero, qué grato gusto amargo y seco el de la difícil
piel, dura y agarrada como una raíz a la tierra! Ahora, el primer dulzor,
aurora hecha breve rubí, de los granos que se vienen pegados a la piel. Ahora,
Platero, el núcleo apretado, sano, completo, con sus velos finos, el exquisito
tesoro de amatista comestibles, jugosas y fuertes, como el corazón de no sé qué
reina joven. ¡Qué llena está, Platero! Ten come. ¡Qué rica! ¡Con qué fruición
se pierden los dientes en la abundante sazón alegre y roja!.
J. R. Jiménez
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