anécdotas de juventud, cuando estaba en plena forma y la vida transcurría mas entre vecinos, amigos y conocidos, la cosa de la fraternidad funcionaba de otra manera, mas humana, mas cabal.
Por fin después de muchos intentos por ir a visitarlos, un sábado me eche la manta a la cabeza y salí de marcha hacia el recreo, después de estar un rato con mis amig@s residentes, en un momento dado se me puso a contar sus historias, merece la pena escucharlo, aunque solo sea por ver la cara de satisfacción y la sonrisa tanto de el como de los que escuchábamos sus chascarrillos, espero seguir contando con sus cuentos y poder transmitirlos aquí en el blog.
Hoy para comenzar os he preparado uno sucedido en la Virgen de la Cuesta, es el que he titulado "El cura y la borrica", jajajajajaa.
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