Viernes 11 de julio, hoy la instantánea esta dedicada a los jubilados que disputan esas largas partidas a los juegos populares, nunca mejor dicho lo de disputan, pues algunas veces se pasan largos minutos haciendo sus medidas, solicitando ayuda de terceros para deslindar quien es el que gana esta vez la partida, es una verdadera gozada verlos jugar.
La imagen para mi es de una belleza singular, no es buena fotográficamente, pero la forma de posar (sin estar posando, o sea sin saber que lo están fotografiando), mereció mi atención y disparo.
Bueno os dejo con una narración referida a este tema y la importancia de los mayores hasta que de pronto se hacen una carga y ya no nos interesan, bueno si, siempre hay alguien a los que les interesa, léanlo y saquen su propias conclusiones.
Ademas he incorporado una viñeta que también le viene al pelo, jajajaja, como solemos decir en el lugar.
Ademas he incorporado una viñeta que también le viene al pelo, jajajaja, como solemos decir en el lugar.
PARA LOS MAYORES
Cuando
paso por esas plazas y veo a tantos mayores jugando a la petanca, o simplemente
mirando el correr de esas bolas, me siento alegre y pienso.
Qué
bonito es llegar a mayor y sentirse con ganas de pasarlo bien, o cuando voy a
esos bailes y veo a esas parejas bailando, con tanto estilo y ganas de
divertirse, me siento alegre. También cuando veo a esos abuelos con sus nietos,
que como está la vida hoy en día, menos mal que cuidan a sus nietos para que
sus hijos puedan trabajar. Porque esa es otra, con esas hipotecas de juzgado de
guardia, no hay pareja que pueda vivir con holgura, aunque estén trabajando los
dos.
Los
mayores además de haber trabajado toda su vida, tienen que hacer esa función,
para que puedan vivir sus hijos y los hijos de sus hijos que son sus nietos.
Aunque
luego como en todo, hay hijos, que saben reconocerlo y se lo agradecen y hay
otros que piensan que eso es un deber de los abuelos y estos, casi siempre
hacen lo contrario y esto me entristece.
De la
experiencia de los mayores hay que beneficiarse, pero nunca aprovecharse de
mala manera, como hacen muchos.
Ahora
que cada día se vive más, están en alza los asilos, por que los mayores cuando
sus fuerzas empiezan a mermar y en vez de ayudar, tienen que ser ayudados, son
llevados a residencias de ancianos, en vez de dejarlos que pasen con sus hijos
y sus nietos sus últimos días y esto, me entristece.
Esta
sociedad que hemos construido entre todos y que se salve el que no se sienta
aludido, es la menos afectiva de la historia de la humanidad.
En
tiempos pasados se reconocía la experiencia de los mayores y estos eran
respetados por todos, además eran los que dirigían a sus pueblos y se mantenían
con ellos hasta su muerte. Ahora mientras sirves eres admitido en la sociedad,
cuando dejas de serlo, la misma sociedad que has creado te echa fuera, como si
fueras un objeto roto, que no sirve para nada y esto me entristece.
Por
eso cuando voy a esos asilos y veo tantas miradas perdidas, tantas mentes
pensando en su final, me entristece
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