Ayer estuvimos de invitados en el pueblo de Beteta, solicitaron que acudiese nuestra banda de Tambores y Cornetas, y hasta allí nos desplazamos dos autobuses casi, casi al completo.
El día nos acompaño y la misa en la pradera de la ermita se desarrollo con un ambiente de lo mas hermanado (Las Pedroñeras y Beteta, o lo que es lo mismo como decía nuestro gran amigo sacerdote José Javier "el inductor de toda esta reunión", beteteños y pedroñeros), seguidamente nos ofrecieron unas calderetas acompañadas de un pan güenismo, jajaja, el cordero tampoco estaba mal, esa es la verdad, y un vino peleón, jeje.
Hoy os traigo las palabras que nos predico en la homilía y como no puede ser de otra forma, si es una homilía de José Javier, a nadie deja indiferente y mas con una sorpresa con la que nos deleito, jeje.
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