domingo, 13 de abril de 2014

Voluntarios de la Cruz Roja

Hoy domingo de Ramos al llegar a la plaza de la iglesia para asistir a la procesión del Borriquillo, me encontré con personas con la hucha de la cruz Roja y la mesa petitoria, todos conocidos y grandes personas, pero lo que verdaderamente llamo mi atención es la imagen de un señor que lleva años encabezando y gestionando a los voluntarios pedroñeros, es Alejo, una entrañable persona al que quiero dedicarle un poema que busqué en Internet de la grande Gloria Fuertes, mi mas sentido reconocimiento a este gran voluntario que merece todo mi afecto y apoyo, va por Alejo.

El Voluntario
Yo quiero despertar vocaciones para que la gente se haga voluntaria.
Ser voluntario es ser profundamente humano.
Ser voluntarios es acudir a la calle, a la casa, a la cárcel, al barrio del pueblo donde hay un ser que sufre.
Ser voluntario es entrar en el corazón de los que lo pasan mal.
Cuando el voluntario visita a alguien que esta solo le cura la soledad.
Cuando le hable, le ayuda, le escucha y le acompaña el solitario mejora su soledad que es junto con otras, la enfermedad de los ancianos.


El voluntario trabaja gratis, no gana nada. Yo no quiero negarlo, pero el voluntario gana muchísimo. Gana el placer de ser útil, la sonrisa de un anciano o de un enfermo, el abrazo de un niño sin padres, la amistad de un paralitico y el afecto y la amistad de un preso.
El voluntario sabe que el camino de su vocación, escogida libremente, es ir donde vive el dolor. El dolor físico ó psíquico le espera y tiene que ir lleno de ilusión, alegría, comprensión y amor, tesoros espirituales que si no se tienen no se pueden dar. el dolor puede ser destruido por el amor, no solo por la farmacia.


Hacerse voluntario es también salvarse del aburrimiento, de la vulgaridad, dela rutina, del materialismo. Y os hace sentiros útiles, solidarios, amables, importantes "medicina" que cure al de la "historia".
Os pido que contagies este "virus" de bondad que tenéis a vuestr@s amig@s, para que ellos también sean nuevos voluntarios. Mas que un gran premio de la lotería, mas que un premio Novel de lo que sea, es lo que recibe el voluntario cada noche cuando se va a dormir; es lo que recibe el voluntario que durante unas horas al día ha alegrado a una persona triste, ha hecho sonreír a un enfermo, ha paseado en su silla de ruedas a una persona que no puede valerse.  El premio del voluntario es que pasa a ser un artista.
El voluntario no ha pintado un cuadro, no ha hecho una escultura, no ha creado una música, no ha escrito un poema, pero ha hecho una obra de arte con sus horas libres.
Y todavía hay milagros, milagros demostrables, que los hacen. que los hacéis y los harán los nuevos voluntarios.                             
                                                    Gloria Fuertes.






ORACIÓN DEL VOLUNTARIO
Gracias, Señor, por haberme llamado a servir gratuitamente, a dar mi tiempo, mis energías y mi amor a quienes sufren.
Aquí estoy Señor, envíame.
Dispón mi mente y mi corazón a escuchar sin prejuicios, a servir hasta las ultimas consecuencias.
Envíame señor a pesar de que yo también soy débil;
así comprenderé que eres tú nuestra fuerza, y mis hermanos descubrirán tu rostro en mi presencia discreta, envíame, Señor, y así comprenderé que la mayor felicidad esta en servirte.
                                                                    Amén.







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