Un día triste y apagado, en el exterior esta el sol radiante, hay un poco de brisa y todo parece demostrarnos que la vida es maravillosa, los frutales están en todo su esplendor, pero hay problemas, y a veces estos problemas se comen a las personas, a las cinco de la tarde, una hora muy torera, me han enviado un mensaje, breve, conciso, pero un mal mensaje, el marido de nuestra amiga se ha muerto, se ha ido, ha querido irse, se ha apartado en silencio, nos ha dejado.
El suelo se ha estremecido al leer la noticia, el suelo o mis huesos, no se que ha sido, pero me ha entrado un bajón, me he quedado sin habla, me ha costado reaccionar, ¿que dices?, ¿como ha sido?, ¿el porque?, tantas y tantas preguntas han pasado por mi cabeza.
Y luego pensando en mi amiga, su dolor tan inmenso, sus hijos, me faltaba el aire, no encontraba la respuesta, me ahogaba, aun recuerdo nuestro ultimo encuentro, llevábamos tiempo sin vernos, ellos son de otro lugar, pero en el instante en que nos vimos, nos reconocimos, no había cambiado nada, seguía igual, esa sonrisa de travieso, ese mirar limpio y transparente, llena su mirada de bondad, lo dicho no había cambiado nada, seguía igual, hace ahora justamente un año, algo mas, fue en la graduación de nuestros hijos, teníamos un hijo de la misma edad, el tan contento, ya había dado a sus otros dos hijos formación universitaria, estaban trabajando y muy bien, y le faltaba el pequeño, el que vino mas tarde, ya casi sin esperar, lo llevaba por el mismo camino, sintiéndose temendamente orgullosos y realizado, con su sueldo y el de su mujer habían podido darle a sus hijos el mejor futuro posible, el entonces ya digo estaba feliz, yo era el que me lamentaba, le comente mi estado físico, con problemas médicos, en paro, todo un poema, y el me animaba, me decía que lo importante es estar vivo, ser feliz, no desear mas de lo que podamos llevar,todo un consejo de eso de amigo, de buena gente, y hoy la noticia, como no voy a estar destrozado, ha sido un palo muy grande que los suyos tardaran en curar, es una de las heridas con peor cura que puede un ser humano sufrir, esta despedida, asi, sin esperarlo, dejan mucha herida.
Amiga mía, desde aqui, se que no lo vas a leer, pero solo desearte que pienses lo que te quería, lo que siempre te quiso, lo que amaba a sus hijos, y a Dios pedirle perdone sus faltas y pueda descansar en paz, junto a el, allí algún día nos reunirá.
amigo DEP.
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