A pesar que el día estaba un poco dudoso en cuanto a la lluvia, los valientes más pequeños de nuestro pueblo no se amilanaban y salieron a procesionar, por cierto la acortaron un poco la profesión y yo por lo menos descubrí que tenía su encanto el recorrido cuando pasaron por la estrecha calle que va desde la calle Mayor a Montejano, con esa pequeña cuesta que desciende a donde está el estanco de las Montoyas, me gusto como bajaban tanto las imágenes como músicos y capuchinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario