domingo, 29 de septiembre de 2019

Las capillitas vecinales


Hoy la entrada va de recuerdos, el pasado viernes de vuelta a casa del trabajo me encontré a Ana Belén, mi vecina con una capillita debajo del brazo, y con la confianza que me da conocerla desde que era un bebe, le pedí que me la mostrase, ella encantada lo hizo y era la imagen de la Virgen del Pilar, la llevaba a otra vecina para que la tuviese el tiempo acordado, ahora no sé cuánto será, pero seguramente una semana o más.
¿Quién no ha tenido en casa de su abuela, o en la suya propia una capillita?
Hecha de madera con un cristal en el frontal, recubierta de puertas y que estaba coronada por una cruz, dentro estaba la Virgen o Santo de cualquier advocación y debajo tenía una hucha o limosnero que servía para recaudar fondos destinados al culto o a socorrer necesidades (esa era la teoría), jajaja.

El caso que me trajo recuerdos de cuando alguna vecina nos la llevaba a casa, lo primero era abrir las puertas darle un beso y rezarle alguna oración, depende de quien ocupase la capillita, algunas veces llevaba en una puerta la oración que había que decir y en la otra las diferentes mujeres (siempre eran mujeres) que participaban en su reparto, pasado el tiempo correspondiente mi madre o mis hermanas acudían a casa de la hermana Luisa, o la Pepa, o la Rosa, a llevar la capillita.

PD: una lástima que estas cosas hayan desaparecido, era una forma de comunicarse los vecinos, en fin, ahora tenemos el wasap o el face, siempre podemos mandar un mensaje a los vecinos para pedirles la sal. jajajaa

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