jueves, 14 de abril de 2016

Faz Divina, misericordia

El pasado día 7 de este mismo mes, pude asistir a una peregrinación de los mas importante para mi, ya tenia yo ganas de hacerla, era algo pendiente desde que conocí su existencia, este año por fin lo conseguí, con tan buena suerte que dos amigos míos actuaban en la misa, pertenecen al coro que acompañaba los cantos de la misa.
A la misma fuimos MariLuz, Enrique y un servidor, a las 7:40 estábamos recogiendo las cañas con el romero y antes de que saliera la procesión nos pusimos en marcha, era impresionante, miles y miles de personas andando por una fe, en mitad del camino nos invitaron a roscos y mistela, hmmmmm, que bueno estaba todo, en fin toda una experiencia.
Al ser Enrique y Miguel  del coro me dijeron que entrase con ellos a la zona reservada para el coro, jajaja, recuerdo que Miguel tuvo la buena idea de dejarme su chaqueta, ellos iban todo de negro, jajaja, y yo con la chaqueta negra y mi camisa tipo leñador de cuadros rojos y azules debajo, jajajaja, fue algo increíble, en primera persona escuchando al coro, la misa, en fin que este año me he ganado las indulgencias, pues esa basilica tiene Puerta Santa, asi que yo he cumplido en este año de la Misericordia.
Dejo la interpretación que hicieron la Coral Tabaquera Alicantina del himno de salida de La Santa Faz
                       LA HISTORIA DE LA SANTA FAZ  
Nada    nos dicen los evangelios    sobre    aquella    piadosa mujer que, compadecida del sufrimiento de Jesús, le ofreció su  velo para que limpiase su rostro  ensangrentado, pero una  ininterrumpida tradición  ha llegado hasta nuestro tiempo, venerando las imágenes de aquel rostro  que quedó grabado en las tres dobleces de aquel velo. Una se encuentra en Roma, otra en Jaén y la tercera, que es la que a nosotros nos ocupa,   en el Monasterio de la Santa Faz de Alicante.  
La reliquia permaneció en Jerusalén hasta el siglo VI, en el que empezaron las primeras invasiones musulmanas y los cristianos por miedo a que fuera profanada, juntamente con otras reliquias, la trasladaron a la isla de Chipre, donde permanecieron hasta el año 640, en el que fueron llevadas a Constantinopla, en busca de un  lugar más seguro, siendo depositadas en la Iglesia de santa Sofía, donde el santo lienzo quedó expuesto al culto y veneración de los fieles.    El 29 de Mayo de 1453, siendo Emperador de Constantinopla Constantino XII, la ciudad fue tomada por los turcos y, según cuenta la tradición, los hijos del Emperador, huyeron a Roma, llevado consigo varias reliquias, entre ella la de la Santa Faz, que entregaron al Pontífice  Nicolás V, que guardó el Santo Lienzo en su oratorio privado.        Siendo Papa Sixto IV, hubo en Venecia una tremenda epidemia y el Papa  les envió, por medio de un Cardenal,  la reliquia de la Santa Faz que guardaba en su oratorio, (con la expresa orden de que pasada la epidemia la devolviesen a sus manos) quedando poco después totalmente extinguida la epidemia. Repetidas veces el Papa reclamó la devolución de la Reliquia y sólo cuando los venecianos se vieron amenazados de graves sanciones canónicas accedieron a devolverla por el mismo Cardenal que la había llevado. Poco antes de su llegada Roma falleció el Papa y el Cardenal guardó la reliquia en su oratorio privado.  
Acompañando a un Cardenal (no se ha conservado su nombre), de paso en Alicante, el sacerdote D. Pedro Mena, viajo a Roma y al ser nombrado Cura de San Juan, el Cardenal le regaló el sagrado lienzo que custodiaba en su oratorio, recomendándole la veneración y estima merecidas a dicha reliquia.        D. Pedro Mena la depositó en el fondo de un arca en la guardaba objetos de valor del Templo. Algún tiempo después, al abrir el arca, encontró el lienzo desplegado y colocado en la parte superior sobre la ropa que lo cubría. Al repetirse este hecho, colocó el lienzo sobre una tabla quedando expuesta a la veneración pública. 
En el año de 1489 y con motivo de una fuerte sequía se pensó en organizar una procesión de rogativas, en la que se llevaría el lienzo de la Santa Faz. Dicha procesión se organizó el 17 de Marzo de 1489, desde el pueblo de San Juan hasta el santuario de Ntra. Sra. de los Ángeles. "Después de haber caminado como un cuarto de legua, al pasar el pequeño barranco de Lloixa, el sacerdote que llevaba la Santa Faz en sus manos (P. Villafranca), sintió tal peso en sus brazos que no pudo mantenerlos en alto, al mismo tiempo que perdía el movimiento de sus pies, teniendo que ser auxiliado por otros sacerdotes, que le llevaron hasta una pequeña altura más allá del barranco. Una vez allí todos los presentes pudieron ver como del ojo derecho de la Santa Faz salía una lágrima que se paró en la mejilla, creciendo de tal manera que aun los que estaban más apartados pudieron verla. Impresionados regresaron a San Juan, acordando repetir la procesión de rogativa el viernes siguiente."  
En este mismo lugar, en el año 1490, se levantó un nuevo templo de 34 metro de largo por 10 de ancho, al que se agregaron las dependencias necesarias para la comunidad encargada de la custodia del lienzo de la Santa Faz. Esta Comunidad pertenecía a la orden de San Jerónimo, que permaneció en el monasterio muy pocos años, instalándose en él el 17 de Julio de 1518 una comunidad de cuatro religiosas Clarisas, procedentes del Monasterio de Gandia.      Este templo se declaró ruinoso y fue demolido en el año de 1748, construyéndose el actual que fue terminado en el año de 1766. El 16 de Julio de ese año era depositado el lienzo de la Santa Faz en el nuevo templo.
(Notas tomadas del libro  "LA VERDAD SOBRE LA SANTA FAZ" de Federico Sala Seva)

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