Sobre las 12:30 de la mañana llegamos por fin a Vitoria, (una de las ciudades con más encanto de España), nos alojamos en el hotel Ciudad de Vitoria de la cadena Silken, tras una corta espera en recepción dejamos el equipaje en las habitaciones y nos lanzamos a comernos la ciudad, y nunca mejor dicho pues venimos sedientos de conocer la gastronomía vasca en cuanto a los famosos pinchos.
Comenzamos la visita nada más salir del hotel, pues ya se han encargado de que sea céntrico y en la misma puerta tenemos la impresionante vista de la catedral de María Inmaculada, más conocida como Catedral Nueva, levantada entre 1907 y 1969 en estilo neogótico. Actualmente es un museo de arte sacro.
Paseamos por el parque de La Florida,
donde admiramos un kiosco modernista de música rodeado por estatuas de reyes
godos.
Continuamos y llegamos a la plaza de la Virgen Blanca que está presidida
por el monumento de la Batalla de Vitoria que ganamos los españoles al
mismísimo Napoleón Bonaparte. En un lado de la plaza esta la entrada a otra
plaza la llamada Nuevo o de España, una plaza porticada muy bonita. Subiendo
por los arquillos llegamos a la balconada de San Miguel donde nos encontramos
con una imagen de la Virgen Blanca y al Celedon, que es el personaje
protagonista del comienza de las fiestas en honor a la Virgen Blanca.
Después de recorrer y tomar unas
tapas acompañadas con un buen txacolí, volvemos a comer al hotel, para
saborear
un menú de lo más exquisito y atrayente. Por la tarde salida de nuevo a recorrer
la ciudad con visita al centro histórico y parada en la catedral de Santa María
en obras y que solo la pudieron visitar un número pequeño de personas, muy
divertido pues por las obras deberían ponerse un casco y parecían mineros más
que visitantes, en la plaza de entrada hay una estatua del escritor Ken Follet (Los Pilares de la Tierra) que es una copia
exacta de nuestro paisano koky, nos llueve y el paseo debe ser interrumpido y
nos buscamos cada grupo un lugar para cenar.
A la mañana siguiente asistimos a
una misa baturra por ser el día de la Virgen del Pilar, cantada por mañicos que
están por estas tierras, que nos hace disfrutar un montón de la misma.
Al terminar tenemos tiempo para
ver más ciudad, después de la comida salimos para Logroño.